[El lenguaje], Julio Cortázar

miércoles, 29 de enero de 2014
Estructura interna #5, Kazuo Nakamura


   Haciendo las revoluciones hay que hacerlas en todos los planos: ya que estamos hablando de tres planos en una novela, hay que hacerlas, sí, en los hechos, en la realidad exterior; pero también hay que hacerlas en la estructura mental de la gente que va a vivir esa revolución y va a aprovecharla. Si uno se descuida, el lenguaje es una de las jaulas más terribles que nos está siempre esperando.
   [...] Cuando Oliveira dice que desconfía mucho de las palabras y que toma cada una de ellas en la mano como si fueran un objeto y las mira por todos lados y las cepilla un poco para sacarles el polvo cuando es necesario y luego las usa si cree que las debe usar, no es solamente una metáfora literaria: es una higiene mental que creo indispensable tanto en un proceso revolucionario como en un proceso exclusivamente literario, un mecanismo elemental de cualquiera que quiera transmitir mensajes nuevos y comunicar experiencias que de alguna manera salgan de lo ordinario.


Julio Cortázar, Clases de literatura, Alfaguara, Madrid, 2013, pp. 221-222.

[Hoy es...], Ramón Eder

viernes, 24 de enero de 2014
Recuerdo de un viaje, René Magritte

 
Hoy es nunca más y eso tendríamos que recordarlo siempre.


Ramón Eder, Ironías, Eclipsados, Zaragoza, 2007.

El Sr. Scott mira un pájaro en el espejo, Gabriel Jiménez Emán

miércoles, 22 de enero de 2014
Obra abstracta con un pájaro, Walasse Ting


EL SR. SCOTT MIRA UN PÁJARO EN EL ESPACIO

   Un pájaro con aires de príncipe se paró en la cabeza del Sr. Scott. El Sr. Scott en esos momentos estaba parado delante de un espejo y, ante la increíble belleza del pájaro, quedó inmóvil.
   El pájaro no reflejaba (en el espejo) intenciones de irse, así que él no quiso romper con el encanto.
   Mientras más se observaba en el espejo, al Sr. Scott le fueron subiendo al corazón unas inmensas ganas de amar. «El pájaro (pensó él) siente en estos momentos la fuerza de mi amor. Voy a hablarle».
   Cuando el Sr. Scott abrió la boca, el pájaro dio dos hermosos aletazos y levantó el pico, como buscando cantar. Scott no se creyó capaz de soportar tal emoción.
   Pero el pájaro no cantó. Entonces el Sr. Scott tuvo la idea más inteligente de todas: atraparlo. Estar con él significaba darle validez a la vida. Levantó el brazo derecho cuidadosamente, pero en el sitio del pájaro había un interminable, un desconcertante vacío.
   Ahora el espejo no reflejaba la imagen del pájaro, y el Sr. Scott prefirió pensar que todo aquello era el producto de su imaginación.
   Al pensarlo se dio vuelta, y sintió que las alas de un pájaro levantaban el vuelo para siempre.
  

Gabriel Jiménez Emán, Los dientes de Raquel y otros textos breves, Monte Ávila, Caracas, 1993, p. 57.

Promesa para horas oscuras

martes, 21 de enero de 2014

PROMESA PARA HORAS OSCURAS

Desplegaré los brazos,
rezumaré un par de alas tratando de salvarte,
y si esto fuera imposible,
                                      tan sólo
tendería mi mano para caer contigo.


Luna turbia, Torremozas, Madrid, 2013, p. 25.


[Tabla de madera], Juan Bonilla

domingo, 19 de enero de 2014
Amanecer tras el naufragio, William Turner


   Sentí que esas palabras no me dejaban hablar, que las palabras, en efecto, a veces no nos dejan hablar, y acudimos a ellas como a una tabla de madera el náufrago, sin reparar en que hay olas cuya potencia no puede soportar ninguna barca improvisada, aunque resulta inevitable pensar que cuando se ha alcanzado un trozo de madera tras el naufragio se está más cerca de la salvación, se alimentan las esperanzas por haber retrasado la hora del fin.


Juan Bonilla, El arte del yo-yo, Pre-Textos, Valencia, 1996.

[Las grandes fisuras...], Ramón Andrés

viernes, 17 de enero de 2014
Treinta y tres muchachas salen a cazar la mariposa blanca, Max Ernst
 

Las grandes fisuras empiezan por los grandes convencimientos.


Ramón Andrés, Los extremos. Aforismos, Lumen, Barcelona, 2011.

Epitafio, Juan Gelman

miércoles, 15 de enero de 2014
El pájaro verde, Marc Chagall

EPITAFIO

Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.

Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.

¡Digo que el hombre debe serlo!

Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.




Juan Gelman

[Heridas], Haruki Murakami

domingo, 12 de enero de 2014
La carta escondida, Kay Sage


   [...] el dolor se vuelve crónico. Engullido por la vida diaria, uno deja de saber cuáles son las heridas. Pero están ahí. Así son las heridas: no se pueden coger y mostrar; las únicas que se pueden mostrar son las heridas menores.


Haruki Murakami, Baila, baila, baila, Tusquets, Barcelona, 2012, p. 72.

[Impulsos y yerros], Raymond Carver

sábado, 11 de enero de 2014
Diálogo, Suso33


   Cuando Molly y yo crecimos juntos ella era parte de mí y, por supuesto, yo era parte de ella. Nos amábamos. Era nuestro destino. También yo lo creía entonces. Pero ahora ya no sé en qué creer. No estoy quejándome, sólo constato un hecho. Ahora estoy inmerso en el vacío. Y he de seguir así. No existe ya destino. Sólo hechos sucesivos a los que se les da el sentido que uno cree que tienen. Impulsos y yerros, como el más común de los mortales.


Raymond Carver, Tres rosas amarillas, Anagrama, Barcelona. 

[Fosa], Juan Bonilla

jueves, 9 de enero de 2014
Nocturno, Max Ernst


   Cuando un hombre cava día tras día su propia fosa, cuando con sus propias manos decide abrir un agujero en el campo donde encerrarse, uno no puede hacer nada, le fallan las convicciones, se siente impotente para declararle sus errores, porque quiénes somos nosotros para declarar como errores lo que tal vez no sea sino única salida.


Juan Bonilla, El arte del yo-yo, Pre-Textos, Valencia, 1996, p. 22.

[Uno siempre...], Idea Vilariño

martes, 7 de enero de 2014



Uno siempre está solo
pero
a veces
está más solo.



Idea Vilariño, Vuelo ciego, Visor, Madrid, 2004.

Lucas, sus largas marchas, Julio Cortázar

lunes, 6 de enero de 2014
Rastro del caracol, Roberto Matta


LUCAS, SUS LARGAS MARCHAS

   Todo el mundo sabe que la Tierra está separada de los otros astros por una cantidad variable de años luz. Lo que pocos saben (en realidad, solamente yo) es que Margarita está separada de mí por una cantidad considerable de años caracol.
   Al principio pensé que se trataba de años tortuga, pero he tenido que abandonar esa unidad de medida demasiado halagadora. Por poco que camine una tortuga, yo hubiera terminado por llegar a Margarita, pero en cambio Osvaldo, mi caracol preferido, no me deja la menor esperanza. Vaya a saber cuándo se inició la marcha que lo fue distanciando imperceptiblemente de mi zapato izquierdo, luego que lo hube orientado con extrema precisión hacia el rumbo que lo llevara a Margarita. Repleto de lechuga fresca, cuidado y atendido amorosamente, su primer avance fue promisorio, y me dije esperanzadamente que antes de que el pino del patio sobrepasara la altura del tejado, los plateados cuernos de Osvaldo entrarían en el campo visual de Margarita pare llevarle mi mensaje simpático; entretanto, desde aquí podía ser feliz imaginando su alegría al verlo llegar, la agitación de sus trenzas y sus brazos.
   Tal vez los años luz son todos iguales, pero no los años caracol, y Osvaldo ha cesado de merecer mi confianza. No es que se detenga, pues me ha sido posible verificar por su huella argentada que prosigue su marcha y que mantiene la buena dirección, aunque esto suponga para él subir y bajar incontables paredes o atravesar íntegramente una fábrica de fideos. Pero más me cuesta a mí comprobar esa meritoria exactitud, y dos veces he sido arrestado por guardianes enfurecidos a quienes he tenido que decir las peores mentiras puesto que la verdad me hubiera valido una lluvia de trompadas. Lo triste es que Margarita, sentada en su sillón de terciopelo tosa, me espera del otro lado de la ciudad. Si en vez de Osvaldo yo me hubiera servido de los años luz, ya tendríamos nietos; pero cuando se ama largo y dulcemente, cuando se quiere llegar al término de una paulatina esperanza, es lógico que se elijan los años caracol. Es tan difícil, después de todo, decidir cuáles son las ventajas y cuáles los inconvenientes de estas opciones. 


Julio Cortázar, Un tal Lucas, Punto de Lectura, Madrid, 2008, pp. 183-184.

[Sin más...], Natsume Sōseki

sábado, 4 de enero de 2014
Ciudad holandesa junto a un río, Aert van der Neer


Sin más, de frío
se encoge el vasto cielo,
se limpia el agua.


Natsume Sōseki, Tintes del cielo, Satori, Gijón, 2013, p. 133.

[Reducto], Mark Z. Danielewski

jueves, 2 de enero de 2014
Isla Okushiri. 1993, Shinya Arimoto


   Más que limitarse a hacer unas cuantas fotos y a registrar los acontecimientos diarios con unas cámaras Hi 8, Navidson quería usar las imágenes para crear un reducto que los protegiera de la transitoriedad del mundo. No es de extrañar que le resultara tan difícil renunciar a su ocupación profesional. Para él, abandonar la fotografía significaba aceptar la pérdida.


Mark Z. Danielewski, La casa de hojas, Alpha Decay / Pálido Fuego, Barcelona, 2013, p. 50.